jueves, 11 de marzo de 2010

Capítulo 2 - ¿Y si no hubiera bajado?

Ya en el baño no podía dejar de pensar en ese casual suceso, el rojo chupete.

Sentado al borde de la tina entibiando el agua, se perdió mi mirada sumergiéndose en un profundo pensamiento de entendimiento concluyente: ese sueño había sido una casualidad y nada más.

Me levanté, me quité la toalla y metí la mano bajo el grifo abierto de la mezcladora para desviar el agua hacia la regadera "...¡MIERDA! - Exclamé de un grito - ¿es que no hay agua fría en esta pocilga?..." Tomé una camiseta de mi maleta un pantalón holgado y baje a recepción. Ya en el elevador dentro de mi molestia y agarrándome la mano quemada, pensaba ¿por qué no había marcado a la operadora del hotel en vez de bajar? Llegué a lobby y me dirigí directo a recepción.

"...Señorita, es que ¿no hay agua fría? me acabo de quemar la mano, el agua sale demasiado caliente..." Ella me explicó que habían tenido un inconveniente con el agua y las bombas que trasladan esta a los tanques y que era sólo cuestión de dejar correr el agua para que se resuelva.

Seguía discutiendo con la recepcionista del hotel cuando escuché que a alguien me preguntó "... mmm oye, ¿te duele mucho?..." dentro de lo ofuzcado que estaba, ni siquiera vi a quien le contestaba "... ¡si! me arde la mano inclusive - contesté, volteando la mirada- y lo peor de todo es que..." ¡Oh por Dios! era esa pequeña, había sido una muda testigo de mi reclamo, desde los sillones del lobby del hotel y ahora me estaba hablando, quedé congelado. "...Señor, le repito ya hemos resuelto el problema, en nombre de la administración del hotel le pido mil disculpas por los inconvenientes, si hay algo que podamos hacer, tan sólo pidalo. El hotel...." Decía la recepcionista tratando de darme una solución compensatoria, pero en cambio yo estaba atónito, esa niña estaba frente a mi hablándome como si me conociera de toda la vida. Su mirada me sacó de la realidad, no sentía dolor en la mano, era como si me hubiera aislado para en tan contados segundos con su interrogante inocente, me hubiera curado de todo mal.

Tartamudeando, le respondí a la recepcionista que todo estaba bien y que dejaría los grifos corriendo para que salga el agua fría, retrocedí sin darle la espalda a esa niña, pues por todo mi cuerpo corria una sensación demasiado extraña de describir, ella en cambio, se quedó allí parada con cara de no emprenderlo que me sucedía, mientras inclinaba la cabeza ligeramente hacia su hombro izquierdo. "...oye, que raro te vez, ¿sabes?..." no pude dar ni un paso más atrás. Me reincorporé, la miré y le pregunté "...¿raro? ¿qué haz querido decir?..." me dejó perplejo, "... que eres raro, pues!..." se volteó y se fue a sentar donde había estado. Molesto, entre al elevador y subí a mi habitación.

Cerré la puerta, al entrar, me quité la camiseta mientras entraba al baño. En ese momento me di cuenta que había dejado los grifos abiertos y lo que había dicho la recepcionista era cierto, ya el agua salía no tan caliente. Con una pierna fuera del holgado pantalón escuché que golpearon mi puerta
"...¡Un momento! - grité tratando de volverme a meterdentro del pantalón que ya casi me había quitado - enseguida voy..." Al abrir la puerta tal fue mi sorpresa, era la niña que había subido a mi habitación.
"...Quera pedirte disculpas por decirte, en el lobby, que eras raro. No fue mi intención..."
"...Descuida pequeña, yo la verdad no se qué me paso, nunca suelo portarme de esa manera, pero el dolor en mi mano fue tal que..." mientras decía yo estas palabras ella me miraba el torso desnudo y lentamente acercó su dedo índice, tocándome casi por encima del ombligo y dejando resbalar su pequeño dedo
"... ¿Que haces?..." Exclamé con los ojos desorbitados
"... nada, lo siento, es que yo... yo... yo quería saber..."
"... ¿saber qué? ¿qué lograrías, saber tocándome?..."
Me miró con dos expresiones que compartían su rostro: el miedo y la satisfacción. Luego se volteó y se fue corriendo. Agaché la cabeza mirando hacia varios lados, cerré la puerta y caminé al baño, fue allí que me di cuenta de algo, estaba teniendo una erección.
Cerré el agua caliente y me bañe en agua fría.

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