miércoles, 26 de mayo de 2010

Capítulo 10 - ¡LA GRAN PREENTACIÓN! (e*)

¡Auch! Rayos, afeitarse aun sigue siendo doloroso para mi, es difícil cuando uno tiene una tupida barba. Pensaba en un chiste que me contaron hace bastante tiempo cuando recien aprendía a afeitarme, cuando de pronto sonó el anexo de la habitación "¿Bueno?, si claro descuide que allí estaré" colgué.


Descolgué uno de mis mejores ternos y el más querido, era un Ma C. A. Biag. de tela paño, plomo muy oscuro, camisa negra y corbata color verde petróleo, como si fuera poco, mis zapatos negros brillaban tanto como mis ojos, sin olvidar mi Rolex Villegano, la billetera y salí. "Le dejo la llave" le dije a la recepcionista.




Bajé del taxi, llegando a la librería donde la gente estaba desesperada por entrar en la puerta, de pronto vi un poco dificil mi entrada, cuando en un parpadear sentí un jalón: "Silencio tontito, soy yo" dijo Azul que estaba entre la gente fingiendo ser un admirador más, esperando mi llegada para hacerme entrar por donde ella lo haría.

Ya dentro de la librería le pregunté: "¿emocionada?" contestando con una sonrisa de quinceañera "como si fuera la primera vez que hago esto..." Se abrieron las puertas.



Rápidamente el público se sentó en las sillas, suelo, estantes donde se podía y ellla con su manera tan apasionada al hablar, relatando sus historías y poemas como si los escribiera, respondía a sus admiradores que devoraban cada palabra de ella como si fuera el último bocado de aliemento que recibirían en su vida. Era tanto el silencio que se originaba al ella hablar que inclusive con sus propias palabras hacia ella un silencio cautivador, del cual sólo rescatabas algo: estaba ella dándose a su público, cual héroe nacional inmolándose por una causa, sus admiradores.


Terminó la presentación y salimos de la librería, ibamos caminando hacia una tienda para tomar un cafe "un expreso doble y un caramel macchiato, por favor..." Ella me miraba apenada, entonces tomó mi mano y me dijo: " sabes que tengo que seguir mi gira ¿verdad?"
asenté la cabeza y sólo le dije que disfrutara la noche tan como ella, tan Azul.
Sonriedo dijo que cuando la terminara regresaría por mi.

Regresamos al hotel y nos fuimos directo a mi habitación y allí terminamos nuestra velada.
A la mañana siguiente desperté y estaba solo a mi costado una nota escrita que decía: "Mi amado, me fui durante la noche no quería decirte adios asi que preferí dejar las cosas así para cuando nos reencontremos de nuevo correr por ti y darte un abrazo tan, pero tan especial como nuestra última noche juntos. Te extrañaré hasta entonces. Azul..."

Llamé a recepción me confirmaron la amarga nocticia, ella se había ido.

Decidí reponerme rápido a esa situación, bajé al bar para ahogarme en alcohol, pero no me sentía cómodo entonces salí a caminar, pero aun asi estaba raro. Regresé al hotel y en la recepción sentada estaba esa pequeña mocosa, me vio entrar algo desencajado y con una sonrisa burlona - como si no me bastara más - me dijo "y tu noviecita... jajjaajajajja" la ignoré, me siguió por el elevador, no aguantaba todo lo que decía. Casi por reventar grité: "¡¡Carajo por alguna vez dejame en paz!!" se quedó asombrada, se detuvo el elevador y salí de el directo a mi habitación.

Desperté y me di cuenta que mientras dormía, habia llorado. ¡¡La grandísima puta!! ¿acaso me había enamorado?
No eso no podía pasarme a mi, me quite la ropa y acostándome quede pensativo hasta dormir.

*Capítulo editado despues de publicación.

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